El presidente Fidel Castro renunció hoy, martes, a la presidencia de Cuba, anunciando que no aceptará ser reelegido al cargo tras cinco décadas en el poder y abriendo una gran incógnita sobre el futuro político de la isla.
"A mis entrañables compatriotas, que me hicieron el inmenso honor de elegirme en días recientes como miembro del Parlamento... les comunico que no aspiraré ni aceptaré, repito, no aspiraré ni aceptaré, el cargo de presidente del Consejo de Estado y comandante en jefe", expresó el mandatario en un comunicado publicado en los medios de prensa oficiales, en referencia a las elecciones del próximo domingo.
"Mi deseo fue siempre cumplir el deber hasta el último aliento. Es lo que puedo ofrecer", escribió Castro, pero "traicionaría por tanto mi conciencia ocupar una responsabilidad que requiere movilidad y entrega total que no estoy en condiciones físicas de ofrecer. Lo explico sin dramatismo".
"Era incómoda mi posición frente a un adversario que hizo todo lo imaginable por deshacerse de mí y en nada me agradaba complacerlo", comentó Castro al referirse a Estados Unidos.
"Por otro lado me preocupó siempre, al hablar de mi salud, evitar ilusiones que en el caso de un desenlace adverso, traerían noticias traumáticas a nuestro pueblo en medio de la batalla", dijo.
Castro, de 81 años de edad, no ha sido visto en público desde julio del 2006 cuando fue sometido a una serie de operaciones y delegó poderes interinamente a su hermano, el vicepresidente Raúl Castro.
Los cubanos eligieron una nueva Asamblea Nacional en enero, la cual se convocará por primera vez el domingo para renovar el mandato al Consejo de Estado y su liderazgo un cargo que Fidel Castro ostenta desde la creación del mismo en 1976.
En horas de la madrugada en La Habana, no había indicios de que la población en general se hubiese enterado de la noticia. Las calles estaban vacías y no se notaba actividad inusual alguna: los niños iban al colegio con sus uniformes rojos y blancos; mientras miles de trabajadores acudían a sus centros de labor.
Tampoco se notó un incremento de la custodia policial y los negocios se preparaban para abrir normalmente.
Varias horas después de que el anuncio fue publicado en la página de internet del diario, la radio oficial comenzó a leer también el comunicado.
En Miami tampoco parecía haber indicios de que los residentes estaban enterados. El café Versalles, tradicional centro de reunión de cubanos exiliados en esa ciudad estadounidense, se encontraba cerrado, rodeado de cámaras de televisión y una multitud de periodistas.
Desde Africa, donde se encuentra de gira, el presidente estadounidense George W. Bush dijo que la renuncia de Fidel Castro debe ser el inicio de "una transición para el pueblo cubano".
Desde que delegó poderes a su hermano, la salud del líder y el futuro de la única nación comunista del hemisferio han sido objeto de toda suerte de especulaciones, tanto dentro como fuera de la isla.
Se le veía sin embargo esporádicamente en la televisión, en videos difundidos por la prensa estatal recibiendo a mandatarios o funcionarios extranjeros, como los presidentes Hugo Chávez, de Venezuela o Luiz Inacio Lula da Silva, de Brasil.
También escribía largos editoriales en la prensa oficial cubana, con sus opiniones sobre diversos temas internacionales. Castro aseguró en su comunicado que continuará con esta actividad.
En las últimas semanas el mandatario envió mensajes contradictorios sobre cuál sería su decisión de cara al futuro, sobre todo a partir de que fue elegido diputado en enero, un requisito para luego salir reelegido como presidente del Consejo de Estado.
En el comunicado del mandatario no queda claro quién ocupará el máximo cargo o si se hará definitivo el traspaso a su hermano Raúl, de 76 años de edad, pero la renuncia ciertamente abre las puertas para una toma de posesión definitiva del menor de los Castro.
"Afortunadamente nuestro proceso cuenta todavía con cuadros de la vieja guardia, junto a otros que eran muy jóvenes cuando se inició la primera etapa de la Revolución", comentó el mandatario.
Tampoco se mencionó cuál será el futuro de Fidel Castro ahora.
Incluso renunciando, sigue siendo miembro de la Asamblea del Poder Popular (parlamento) y es aún probable que sea reelegido como miembro regular del Consejo de Estado en las elecciones del domingo.
Vilma Espín, la esposa de Raúl Castro, continúo en el Consejo hasta su muerte el año pasado, aunque por muchos meses no fue a las reuniones por motivos de salud.
Nacido el 13 de agosto de 1926 en el este de Cuba donde su padre, un inmigrante español, dirigía una próspera plantación, el mandatario recibió una educación esmerada y religiosa antes de convertirse en un carismático líder estudiantil.
En 1953 dirigió el fallido asalto al Cuartel Moncada, una iniciativa que fracasó pero que dio impulso a su movimiento rebelde y eventualmente al derrocamiento del dictador Fulgencio Batista en 1959. Castro desde entonces dirigió los destinos de esta pequeña isla del Caribe.