“Boricua de cora' va al espacio”.
Joseph Acaba es el primer puertorriqueño que llegará al espacio, en una misión a finales de este año. El hombre, de 40 años, es un boricua de corazón que se siente orgulloso de sus raíces puertorriqueñas, lleva el humor en la sangre, el amor por lo festivo y también por los pasteles, el lechón y las habichuelas.
En una conversación muy amena con este diario, con motivo del reconocimiento que recibirá hoy en el Senado, Acaba conversó sobre su infancia “a lo puertorriqueño”, en California, donde sus padres Rafael y Elsie se radicaron.
“Claro que sí me siento puertorriqueño aunque no nací aquí. Mis papás son de aquí y en las comidas, en Navidad, en la forma en que vivimos y lo apegados que somos a la familia pues me siento puertorriqueño”, dijo Acaba en español.
Y que no quepa duda de su puertorriqueñidad ya que desde que llegó a la Isla se ha pasado comiendo todo lo que le gusta de la cocina boricua.
“Me gusta toda la comida. Fuimos a comer un lechón en Guavate y hoy para mi desayuno comí chuleta con arroz y habichuelas. Imagínate, yo vivo solo y no me cocino, mucho tengo que aprovechar. Y allá en Houston, Texas, en mi casa tengo en la nevera pasteles que me prepara mi abuela en California. Yo llego a visitarla con una nevera y me los preparo en casa”, dijo riendo.
Acaba, quien desde el jueves ha visitado familiares en Aguadilla, Bayamón, Hatillo y Condado, llegará al espacio el 4 de diciembre próximo en la misión STS119. La misma tiene como propósito llevar paneles solares a la estación espacial para proveerle electricidad.
“Esos paneles darán electricidad a los módulos donde científicos hacen experimentos a 250 millas de la Tierra”, explicó.
Contrario a los astronautas que pasan de tres a seis meses en el espacio, Acaba sólo permanecerá dos semanas.
¿Cómo piensa que se va a sentir cuando esté en el espacio?
“Yo no sé, en una misión el trabajo es bien rápido. Hay mucho que hacer en las dos semanas y no hay mucho tiempo de pensar y mirar afuera de la ventana. Ahora estoy enfocado en la misión y los objetivos, me voy a sentir muy feliz flotando allá afuera en el espacio, en el transbordador”.
Acaba comentó que desde pequeño siempre tenía la ilusión de ser astronauta cuando veía las películas de tripulaciones en la Luna.
Después de ir al espacio, ¿cuál es su siguiente meta profesional?
-“Quiero seguir en la NASA porque quiero ir otra vez al espacio y estar más tiempo, me gustaría caminar en la Luna”, dijo con emoción en la voz.
Mientras sus metas profesionales se cumplen, el astronauta boricua se ejercita regularmente en el gimnasio con pesas y ejercicio cardiovascular para poder mantenerse saludable en el espacio.
A Acaba, quien es geólogo y maestro de profesión, le gustaría volver a la academia para enseñar sobre sus vivencias. Sus logros serán reconocidos hoy por el presidente del Senado, Kenneth McClintock, como ejemplo para la juventud y por su aportación como puertorriqueño a la humanidad.
“Me siento muy honrado y privilegiado por estar en Puerto Rico y recibir este reconocimiento”, dijo el astronauta, quien aprovechó el viaje para reunirse con su papá Rafael, quien vino desde California.
Joseph Acaba es el primer puertorriqueño que llegará al espacio, en una misión a finales de este año. El hombre, de 40 años, es un boricua de corazón que se siente orgulloso de sus raíces puertorriqueñas, lleva el humor en la sangre, el amor por lo festivo y también por los pasteles, el lechón y las habichuelas.
En una conversación muy amena con este diario, con motivo del reconocimiento que recibirá hoy en el Senado, Acaba conversó sobre su infancia “a lo puertorriqueño”, en California, donde sus padres Rafael y Elsie se radicaron.
“Claro que sí me siento puertorriqueño aunque no nací aquí. Mis papás son de aquí y en las comidas, en Navidad, en la forma en que vivimos y lo apegados que somos a la familia pues me siento puertorriqueño”, dijo Acaba en español.
Y que no quepa duda de su puertorriqueñidad ya que desde que llegó a la Isla se ha pasado comiendo todo lo que le gusta de la cocina boricua.
“Me gusta toda la comida. Fuimos a comer un lechón en Guavate y hoy para mi desayuno comí chuleta con arroz y habichuelas. Imagínate, yo vivo solo y no me cocino, mucho tengo que aprovechar. Y allá en Houston, Texas, en mi casa tengo en la nevera pasteles que me prepara mi abuela en California. Yo llego a visitarla con una nevera y me los preparo en casa”, dijo riendo.
Acaba, quien desde el jueves ha visitado familiares en Aguadilla, Bayamón, Hatillo y Condado, llegará al espacio el 4 de diciembre próximo en la misión STS119. La misma tiene como propósito llevar paneles solares a la estación espacial para proveerle electricidad.
“Esos paneles darán electricidad a los módulos donde científicos hacen experimentos a 250 millas de la Tierra”, explicó.
Contrario a los astronautas que pasan de tres a seis meses en el espacio, Acaba sólo permanecerá dos semanas.
¿Cómo piensa que se va a sentir cuando esté en el espacio?
“Yo no sé, en una misión el trabajo es bien rápido. Hay mucho que hacer en las dos semanas y no hay mucho tiempo de pensar y mirar afuera de la ventana. Ahora estoy enfocado en la misión y los objetivos, me voy a sentir muy feliz flotando allá afuera en el espacio, en el transbordador”.
Acaba comentó que desde pequeño siempre tenía la ilusión de ser astronauta cuando veía las películas de tripulaciones en la Luna.
Después de ir al espacio, ¿cuál es su siguiente meta profesional?
-“Quiero seguir en la NASA porque quiero ir otra vez al espacio y estar más tiempo, me gustaría caminar en la Luna”, dijo con emoción en la voz.
Mientras sus metas profesionales se cumplen, el astronauta boricua se ejercita regularmente en el gimnasio con pesas y ejercicio cardiovascular para poder mantenerse saludable en el espacio.
A Acaba, quien es geólogo y maestro de profesión, le gustaría volver a la academia para enseñar sobre sus vivencias. Sus logros serán reconocidos hoy por el presidente del Senado, Kenneth McClintock, como ejemplo para la juventud y por su aportación como puertorriqueño a la humanidad.
“Me siento muy honrado y privilegiado por estar en Puerto Rico y recibir este reconocimiento”, dijo el astronauta, quien aprovechó el viaje para reunirse con su papá Rafael, quien vino desde California.