Silencio Borincano: 13 Dias Después del Huracán Maria
Los días se alargan. Puerto Rico sigue titubeando entre la angustia y la hermandad. El sonido de el teléfono corta el silencio apático de un nuevo amanecer en una isla que forcejea para mantener lo que le queda de encanto.
Me cuenta un amigo que desde los Estados Unidos los boricuas de la diaspora reclaman el porque no llegan las ayudas que mandan con tanto amor para sus seres queridos necesitados. Tal parece que se les a puesto una barrera para que los suministros no lleguen adecuadamente. El correo aun no esta preparado para recibir cajas en los lugares que mas lo necesitan. El juego de espero ya parece ruleta rusa con las vidas de los boricuas que aun permanecen en una isla desierta de gobernantes pudientes. Aun mantengo la fe.
Se escuchan anuncios por la radio de que el agua que sale de las plumas, en las areas que ya tienen agua, no es potable. Algunos advierten que solo se beba agua en botellas…pero el agua en botellas escasea. El refrán que dice “nunca digas que de esas aguas no vas a beber” se hace cada día mas realidad y la gente se atreve a darse buches de agua que pueden q estén contaminadas con tan solo tratar de satisfacer la sed bajo el sol caribeño.
Aun sigue en aumento el deterioro de la salud mental en el pueblo en general. Con las farmacias aun cerradas no hay administración de medicamentos para aquellos que sufren de problems mentales y esto se le agrega al problema de las personas sumamente normales, que están volviéndose locos por los acontecimiento en esta isla después del paso del Huracán Maria. Se nota el desespero en las caras de las personas. La intolerancia aumenta. La desesperanza brota y nace la violencia.
La des-comunicación de la isla hacia el mundo externo mezclado con la oscuridad del apagón masivo se presta para que los hijos de la noche salgan con impunidad a hacer de las suyas. La criminalidad va en aumento.
Las largas filas, la falta de productos, la falta de electricidad, el cambio de rutina, en fin un numero de cosas que colectivamente van macheteando la psicología del boricua común quien a sido arrancado de raíz de su diario vivir.
El trauma de la tormenta aun sigue vigente en los ojos de Borinken. En las caras que se ven haciendo fila puedes ver los techos volados, Las cosechas perdidas, las perdidas de décadas de trabajo que muchos, con empeño, le pusieron al mantenimiento de sus hogares. Muchos lo perdieron todo.
Aun todo me parece surreal. Me caracterizo como una mujer inteligente, de control…centrada…y aun así me a cambiado el panorama paradigmático psicológico. Ahora es que nosotros, los boricuas, mostraremos de que estamos hecho. Que tipo de ser humanos somos? Iremos a mostrar la verdadera cara de la bondad? Mostraremos que aun existe en nosotros la hermandad antillana que caracterizaba a nuestros ancestros?
Juntos lloramos. Juntos resolvemos. Juntos nadamos o juntos nos hundimos. Juntos debemos sacar el valor de tomar las riendas de nuestro Borinquén en las manos y de una ves y por todas reclamar a lo que mas nos convenga a nosotros los hijos de Borinquén. Tomemos el nuevo reto de la supervivencia en harmonía con nuestro universo que hoy se hace mas visible que nunca.
Desde Ponce, Puerto Rico.
~La Bori~
Sigue Girando Planeta